
Aunque ambos países tienen objetivos diferentes, el Banco de Rusia tiene como objetivo evadir las sanciones internacionales mediante el uso del rublo digital, mientras que Japón busca limitar el uso de efectivo y ponerse al día con la nueva economía digital.
Las pruebas del rublo digital comenzarán el 1 de abril de 2023, con la participación de 13 bancos comerciales y clientes seleccionados para determinar cómo escalar el uso de la CBDC.
El gobierno de Rusia espera que los rusos puedan pagar servicios públicos, implementar contratos inteligentes y realizar transacciones fuera de línea a partir de 2024.
El Banco Central de Japón también llevará a cabo una prueba de concepto en abril para evaluar la viabilidad técnica de las funciones y características básicas necesarias para emitir una CBDC.
El proyecto japonés busca diseñar un ecosistema de CBDC con la ayuda del sector privado.
Con grandes economías del mundo apostando por este tipo de monedas nacionales, como el proyecto Britcoin presentado recientemente por el Reino Unido, las pruebas de CBDC de Rusia y Japón muestran que están dando pasos significativos en la creación de sus propias monedas digitales.
Las monedas digitales de banco central (CBDC) son un tema de creciente interés para los gobiernos y los bancos centrales de todo el mundo, así como lo destacó su sitio web. A medida que la adopción de criptomonedas como Bitcoin sigue creciendo, los bancos centrales buscan formas de competir y mantener el control sobre la emisión de moneda.
Además, las CBDC también tienen el potencial de mejorar la eficiencia y la transparencia de los sistemas de pago, lo que podría beneficiar a los consumidores y a las empresas por igual.
Sin embargo, también hay preocupaciones en torno a la privacidad y la seguridad de las CBDC, ya que permiten a los gobiernos rastrear y monitorear el uso de la moneda con mayor facilidad que el efectivo.
Conjuntamente, algunos temen que la introducción de una CBDC pueda tener efectos negativos en la estabilidad financiera y la política monetaria. A pesar de estas preocupaciones, la adopción de las CBDC sigue siendo un tema de gran interés para los gobiernos y los bancos centrales de todo el mundo.