
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha prometido tomar todas las medidas necesarias para hacer frente a una crisis bancaria después de las quiebras del Silicon Valley Bank y el Signature Bank.
Esto ha llevado a los reguladores a intervenir con medidas de emergencia. Los inversores están preocupados por la salud de otros bancos en todo el mundo y esto ha llevado al índice bancario europeo STOXX a caer un 5,8% el lunes.
Para tranquilizar a los ciudadanos estadounidenses, el presidente Biden ha dicho que la rápida actuación del gobierno durante el fin de semana debería dar confianza de que el sistema bancario de los Estados Unidos es seguro. Además, ha solicitado al Congreso y a los reguladores que refuercen las normas bancarias.
Las acciones de los bancos estadounidenses han disminuido después de la apertura del mercado. Bank of America ha perdido un 5,4%, mientras que los prestamistas más pequeños siguen bajo presión.
En los mercados monetarios, un indicador del riesgo de crédito en el sistema bancario de los Estados Unidos ha subido, así como otras señales de amenazas financieras en la zona euro. El precio del oro se ha acercado a los 1.900 dólares, ya que los inversores buscan refugios.
Las autoridades estadounidenses han lanzado medidas de emergencia para apuntalar la confianza en el sistema bancario después de la crisis del Silicon Valley Bank.
Los reguladores han establecido un nuevo mecanismo para dar a los bancos acceso a fondos de emergencia y la Reserva Federal ha facilitado a los bancos la obtención de préstamos en caso de necesidad.
Aunque estas medidas han proporcionado cierto alivio a las empresas de Silicon Valley y a los mercados globales, persiste la preocupación por los riesgos bancarios más amplios y ha sembrado dudas sobre si la Reserva Federal mantendrá su plan de subidas agresivas de las tasas de interés.
La situación económica actual es incierta y ha llevado a una fuerte volatilidad en los mercados financieros en todo el mundo. Los inversores están nerviosos por la posibilidad de que la crisis bancaria en Estados Unidos se extienda a otras partes del mundo, especialmente en Europa.
El sector bancario europeo ha sido particularmente vulnerable debido a su exposición a la deuda y a los préstamos incobrables. La caída del índice bancario europeo STOXX y las pérdidas de bancos como el Commerzbank y el Credit Suisse son un claro indicador de la preocupación del mercado.
El gobierno de Biden ha tomado medidas para garantizar la estabilidad del sistema bancario estadounidense y restaurar la confianza de los inversores. Sin embargo, la incertidumbre sobre la economía y el sector financiero continúa.
Los inversores buscan refugio en activos seguros como el oro, mientras que la Reserva Federal de Estados Unidos puede tener que reconsiderar sus planes de subir las tasas de interés si la situación se agrava. En resumen, la crisis bancaria en Estados Unidos ha desencadenado una ola de inestabilidad en los mercados financieros globales y la situación sigue siendo fluida.